Naciones Unidas, 3 abr (Prensa Latina) El planeta va camino a presenciar un aumento impactante de los incidentes de denegación de acceso humanitario con un impacto devastador en los niños, advirtió hoy una experta de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La representante especial del Secretario General de la ONU para los niños y los conflictos armados, Virginia Gamba, aseguró al Consejo de Seguridad que el flagrante desprecio por el derecho internacional humanitario continúa aumentando junto con la expansión de las guerras.
De acuerdo con Gamba, la ONU verificó tres mil 941 casos de denegación de acceso humanitario en 2022, lo que la convierte en una de las violaciones más altas verificadas, con las cifras mayores reportadas en Palestina, Yemen, Afganistán y Mali.
Desde 2019, los índices han aumentado exponencialmente, y los datos que se están recopilando para el próximo informe de 2024 muestran que estamos en camino de presenciar un aumento impactante de los incidentes de denegación de acceso humanitario en todo el mundo.
La representante urgió a las partes en conflicto a permitir y facilitar el acceso humanitario seguro, oportuno y sin obstáculos, así como el acceso de los niños a los servicios, la asistencia y la protección, y que garanticen la seguridad del personal y los activos humanitarios. Al mismo tiempo, exigió rendición de cuentas para aquellos que impiden la llegada de asistencia vital hasta los menores.
«Permítanme ser muy clara: los Convenios de Ginebra y la Convención sobre los Derechos del Niño contienen disposiciones claves que exigen la facilitación de ayuda humanitaria a los niños necesitados», recordó la funcionaria durante la sesión dedicada a los peligros que corren los menores atrapados en guerra.
En estos contextos, la denegación de acceso humanitario a los infantes y los ataques contra los trabajadores humanitarios que ayudan a los niños también están prohibidos por el derecho internacional humanitario, agregó.
De lo contrario, dijo, la supervivencia, el bienestar y el desarrollo de los niños están en peligro, y nuestros llamamientos son meros ecos en esta Cámara.
«No podemos evitar que se niegue el acceso humanitario a los niños a menos que lo entendamos y reforzamos nuestra capacidad para monitorear y prevenir que ocurra. Debemos seguir con el trabajo», convocó.